La alcaldesa de Tobarra exige a la Junta la continuación de las obras de la EDAR, paralizadas hace un año, ante los graves problemas medioambientales y de salud pública

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La paralización de las obras de construcción de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) en Tobarra supone una vuelta de tuerca más a la paciencia de una comarca que ve cómo el proyecto sigue atascado, en tanto que la situaciones insalubres que viven los vecinos, el deterioro del Medio Ambiente, y las multas de la Confederación Hidrográfica del Segura se siguen acumulando.

Desde que el presidente de la Junta de Comunidades, Emiliano García-Page, pusiera la primera piedra en marzo de 2023 han pasado más de dos años y poco se sabe de la misma, salvo que el expolio y el vandalismo están arrasando el inicio de una construcción ubicada en un paraje entre las pedanías de Cordovilla y Sierra, que quedó paralizada hace un año, y sobre la que no hay ningún tipo de vigilancia.

La alcaldesa de Tobarra, Manuela Garrido, ha solicitado a la Junta de Comunidades información al respecto de una obra para la que se suponía una inversión de 5 millones de euros y un plazo de ejecución de 25 meses, con el fin de resolver los problemas del municipio y cumplir con las exigencias de la Unión Europea en términos de depuración y reutilización del agua.

SANCIONES DE LA CHS

Entre tanto, el Ayuntamiento ya ha recibido sanciones durante los primeros seis meses de 2025 por valor de 400.000 euros, y todavía está pendiente de pago otros 200.000 que corresponden a multas de la Confederación Hidrográfica del Segura. La comarca, con más de 8.000 vecinos afectados, sigue sufriendo los problemas medioambientales que genera la falta de una EDAR. En concreto, hasta las inmediaciones de viviendas y parcelas de la pedanía de Cordovilla alcanzan las aguas residuales.

“No sabemos si han sido modificaciones del proyecto inicial lo que ha llevado a la empresa a no seguir con las obras, pero tampoco tenemos información oficial al respecto”, asegura la alcaldesa de Tobarra, Manuela Garrido, quien lamenta la llegada de sanciones económicas de la Confederación Hidrográfica, un dinero importante que podría invertirse en mejorar la calidad de vida de nuestros vecinos.

“Necesitamos de manera urgente que la Junta ponga manos a la obra y solucione este proyecto que lleva estacando desde el año 2018. Es un clamor que los vecinos necesitan esta EDAR tan necesaria a nivel medioambiental y de salud pública”, concluye Manuela Garrido, quien destaca el importante movimiento ciudadano que está reclamando en las calles de Tobarra la culminación de esta instalación tan necesaria para todos.