Alcaldes y concejales de municipios de las cuatro provincias manchegas han redactado en Pedro Muñoz la Declaración para la supervivencia del campo manchego, en la que exigen la puesta en marcha por parte de los gobiernos de España y de Castilla-La Mancha de «medidas urgentes para evitar la muerte del viñedo y la desaparición de nuestros pueblos, ante la grave crisis que padece el sector, al borde del abismo». A la reunión asistieron los alcaldes albaceteños de Fuenteálamo, Villamalea y Montealegre del Castillo, así como representantes de La Roda y Mahora.
La reunión fue convocada por el alcalde de Pedro Muñoz, Ángel Exojo, quien señaló que «es el momento de actuar, no podemos esperar más y no es hora ni de experimentos ni de cortinas de humo. El sector vitivinícola precisa de medidas urgentes y eficaces, para lo que es necesario el coraje y la voluntad política de los responsables políticos para evitar que miles de agricultores se vayan al paro, así como miles de trabajadores de industrias auxiliares, y para evitar que cambie para siempre la sociedad, la cultura, la economía y la fisonomía de nuestros pueblos».
Ángel Exojo explicó la dramática situación de la vitivinicultura en la región, con el vino en las bodegas «porque no se dan las condiciones para venderse y lo poco que se vende se hace a precio de hace treinta años».
El agricultor o no ha recibido dinero por la vendimia pasada o el precio que se ha pagado es el mismo que hace treinta años «por lo que los agricultores no llevan ingresos a sus familias y son más pobres cada día».
El alcalde de Pedro Muñoz señaló que «consecuencia de la entrada en vigor de la nueva OCM o de la bajada de los precios de la uva», los vitivinicultores van a recibir unos 400 millones de euros menos, lo que perjudica a agricultores y bodegueros, pero también a toda la región «porque los castellanomanchegos vamos a ser 400 millones de euros más pobres».
Por todo ello, los alcaldes han urgido a la puesta en marcha de las doce medidas, señalando que tan solo es necesario voluntad política y querer ayudar al sector «del mismo modo que se ha hecho con el sector del automóvil o con los propios ayuntamientos».