1º.- INTRODUCCIÓN
La provincia de Albacete y toda Castilla-La Mancha tienen ante sí un futuro esperanzador. Afrontamos este proceso congresual, convencidos de que los albaceteños y castellanos-manchegos se merece un futuro de oportunidades reales, de paz social, de igualdad, de bienestar y seguridad, en el que sus ciudadanos recobren la confianza en quienes les gobiernan.
Sacrificio, superación, ilusión y empeño en salir adelante, encarnan el punto de partida de un nuevo modelo de pensamiento, necesario e imprescindible para dar por concluida la triste etapa de gobierno socialista en Castilla-La Mancha, que se cerró por voluntad popular el pasado mes de mayo. La participación del Partido Popular en la historia de nuestra autonomía desde sus inicios, hace ya casi tres décadas, ha supuesto una constante en la defensa de los intereses generales de nuestra región y por eso estamos obligados ahora, desde los 43 municipios de la provincia de Albacete gobernados por nuestro partido, a poner los medios y medidas necesarios que posibiliten un auténtico cambio en la forma de hacer política.
Una política económica nefasta, que se ha olvidado de sectores tan importantes para los intereses de nuestra provincia y autonomía como son la agricultura y la ganadería, dejando que pierdan valor nuestros recursos naturales, en perjuicio del poder adquisitivo para los agricultores y ganaderos albaceteños, que han visto como disminuían sus rentas y crecía el paro, ante una actitud pasiva del partido socialista.
Sabemos que los albaceteños y castellanos-manchegos contamos con los recursos y con la voluntad ncesaria para recuperar el camino de un éxito colectivo como región y nación de ciudadanos libres e iguales. Hay que atender lo urgente, y también ser capaces de abordar lo importante para el presente y para el futuro. Éste es el momento de la visión estratégica para impulsar los cambios necesarios que garanticen el crecimiento y la prosperidad de las próximas décadas, aprovechando todo el potencial del conjunto de la sociedad de la provincia de Albacete.
Los dirigentes socialistas, han dejado que se les fueran de la mano cuestiones tan importes para nuestra tierra como el empleo, la educación, la industria, la agricultura y la ganadería, la Investigación, etc., y dejan ver a las claras la talla de la gestión de la administración socialista en Castilla-La Mancha.
2.- LA CONFIANZA DE NUESTRA GENTE.
Casi 402.000 albaceteños y dos millones de ciudadanos en Castilla-La Mancha están preocupadas por el futuro de su región, por su situación actual y el futuro de sus familias. Casi 402. 000 albaceteños y dos millones de castellano-manchegos se sienten vulnerables y están deseando recobrar la confianza en la clase política.
En estas circunstancias los albaceteños, de forma mayoritaria, han dado su confianza al Partido Popular en las pasadas Elecciones Municipales. Por tanto, el mayor activo del Partido Popular deben ser las personas. Debemos confiar en ellas, en su iniciativa, en su capacidad de iniciativa y de gestión, así como en sus posibilidades de adaptación a la nueva realidad de nuestra región. Sólo de esta manera, haciéndoles partícipes de nuestro presente y de nuestro futuro, podremos borrar de sus miradas el desencanto de una sociedad que ha perdido en los últimos años el tren del progreso y de la estabilidad económica.
La confianza de los ciudadanos para con su gobierno se gana a través de una actuación política seria, rigurosa, eficaz y honesta, acompañada de un cariño cierto y real hacia nuestra gente que se aprecie en un compromiso permanente y sin dudas con esta tierra: lo que se dice se hace, sin máscaras, sin juegos de palabras, ganándose la complicidad de los ciudadanos a través de hechos y realidades.
Las palabras transparencia, credibilidad, confianza y cercanía deben constituirse en instrumentos tangibles y prioritarios para un gobierno, el del Partido Popular, que se ocupe y preocupe de recuperar y acrecentar la calidad de vida de los castellano-manchegos. La superación de la grave crisis de crecimiento y empleo que se arrastra desde hace años en nuestra región, debe erigirse en el objetivo principal del Partido Popular.
3.- NUESTROS VALORES.
El PP considera, como así ha declarado en su XVII Congreso Nacional y en XII Congreso Regional de Castilla-La Mancha, que los valores que han de regir la acción política son los mismos que configuran los cimientos de nuestra civilización occidental y que tanto han dado en beneficio de la Humanidad; Esto es una concepción humanista que da como resultado el reconocimiento de unos derechos básicos de la persona, reflejo del mejor liberalismo en simbiosis indisoluble con el principio de solidaridad.
El primero de estos derechos es el inalienable derecho a la vida como bien inapreciable e indisponible, que afirma la absoluta carencia de justificación a quien priva a otro de ella, sea cual sea el ideal que pretenda defender.
Al anterior derecho le sigue la dignidad de la persona y el valor de la libertad que deben constituirse en piedras angulares tanto de la vida política de una sociedad como de su prosperidad económica, lo que implica, a su vez, el reconocimiento que toda sociedad debe al esfuerzo individual y al trabajo bien hecho.
El respeto a la plena autonomía política, cultural, económica, personal y religiosa de cada persona, desde la libertad de opciones personales y desde el reconocimiento de la dignidad del otro, es otro de los valores al que ha de atenderse de forma prioritaria a la hora de conformar nuestra vida social y política para poder enfrentarnos con éxito a cuestiones tales como la xenofobia, la discriminación, el racismo, la violencia de género, el acoso escolar o laboral, etc.
Como antes se ha indicado, junto al reconocimiento de la libertad individual y el valor de la persona, la defensa de la solidaridad como principio inseparable del anterior nos permite asumir la necesidad de una sociedad justa en la que los más prósperos presten su ayuda a los más necesitados.
Finalmente el concepto de servicio a los demás en el ejercicio de la acción política permite la utilización racional, legítima y eficiente de los recursos públicos para realizar el bien común y la justicia.
Para el PP, este conjunto de valores, en cuanto suponen una extraordinaria carga de racionalidad, de defensa de la dignidad del hombre y de solidaridad, deben caracterizar nuestra forma de vida social y, en tal sentido, deben ser la guía de nuestra vida individual y colectiva. Hay otras culturas con sus propios valores que, desde luego, respetamos como parte de nuestro firme compromiso con los valores occidentales que asumimos.
4.- REGENERACIÓN DEMOCRÁTICA.
El PP es consciente de la desafección de una parte importante de la ciudadanía hacia los partidos y hacia los políticos, con el consiguiente cuestionamiento que ello supone del mismo sistema democrático.
Consciente de todo ello, el PP considera necesario poner en valor la defensa del interés general, las conductas ejemplares y la gestión pública rigurosa, así como conseguir una mayor implicación de la ciudadanía en los controles y en las actuaciones de sus gobernantes.
La democracia, tal y como la conocemos en los países occidentales, ha de evolucionar en sus planteamientos para adaptarse a las nuevas realidades, facilitando una mayor implicación de la ciudadanía, reiventando sus valores y mejorando métodos de funcionamiento y representación.
Defendemos la transparencia pública para facilitar información a los ciudadanos sobre las tareas y la gestión del gobierno. Para acceder con libertad a los datos públicos y poder utilizarlos sin trabas. Para proporcionar completas y detalladas explicaciones a los ciudadanos. Desarrollar leyes de transparencia y aplicar los principios del “Open Data” en todas las administraciones y gobiernos aparecen como objetivos irrenunciables para el PP.
El proceso de cambio necesario en Albacete y Castilla-La Mancha, pasa por una regeneración democrática que deje atrás los sectarismos practicados por los gobiernos socialistas en el pasado. Que el ciudadano no se sienta oprimido individual o colectivamente organizado, por un pensamiento diferente al oficial, es un objetivo que nos hemos marcado desde el Partido Popular.
El PP de Albacete cree firmemente en la sociedad albaceteña, por eso somos un partido cercano, que se mimetiza con la gente de nuestra provincia, que se ilusiona con las cosas de aquí y que respeta la confianza que el ciudadano ha depositado en nuestro partido. Por eso, el gobierno del Partido Popular no disfraza sus palabras para decir lo que no piensa. La sinceridad con los albaceteños es nuestra seña de identidad, porque solo desde la franqueza lograremos la credibilidad como gobierno.
Los gobiernos jamás tienen que volver a ser, como lo han sido en el pasado, un régimen al servicio de un partido; antes al contrario, el gobierno del Partido Popular de Albacete debe ser un gobierno al servicio de los ciudadanos de nuestra provincia, con un único objetivo, el interés general y la defensa de los derechos de los albaceteños.
El Partido Popular es consciente de la necesidad de revalorizar el interés general, con una política seria, coherente y fiable, practicando una gestión pública escrupulosa de los asuntos públicos, intentando involucrar al ciudadano individual y colectivamente en los controles y funciones del gobierno. Esta será la Democracia del futuro, mejorando sistemas de funcionamiento, aplicando nuevos planteamientos administrativos y renovando los valores de la sociedad. Una nueva mirada que deje atrás la corrupción, la gestión descuidada, el derroche de los recursos económicos y patrimoniales de la administración, etc.
5.- GANAR EL FUTURO.
No podemos mirar inalterables el paro que azota a los albaceteños y castellano-manchegos y la destrucción del tejido económico de nuestra provincia. Debemos afrontar este desafío con serenidad y rigor y con decisión y valentía, con gestos desde el gobierno que no den lugar a dudas para el ciudadano, informando de la situación con claridad y sin ambages, porque sólo así recobraremos la confianza. Sólo así, los albaceteños y castellano manchegos comprenderán el sentido del sacrificio que se les está pidiendo, a través del actual Plan de Reequilibrio presentado por el Gobierno de Castilla-La Mancha, para alcanzar la estabilidad presupuestaria y la Ley de Garantía de Servicios Básicos.
La gestión de despilfarro de los gobiernos socialistas en Castilla-La Mancha, la nula previsión y distribución de los fondos en los momentos de expansión económica y la errática y errónea política económica seguida por el gobierno Zapatero nos ha dejado a los castellano-manchegos una situación muy comprometida, socavando los pilares del Estado de Bienestar y haciendo muy difícil su recuperación.
Para salir de la situación actual, el objetivo esencial marcado por el actual gobierno del Partido Popular en nuestra autonomía, ha sido el de alcanzar un equilibrio en las cuentas públicas, practicar una política de austeridad y se extremadamente exigente en la responsabilidad de la actuación administrativa. Así se saldrá de la crisis económica en que estamos inmersos, se iniciará un proceso de crecimiento económico, volverá el empleo y los ciudadanos recuperarán la confianza en sus gobernantes. Sólo siendo conscientes de esta realidad, podemos tener claro el punto de partida hacia un futuro sólido y estable para nuestra región.
El gran reto de la provincia de Albacete y Castilla-La Mancha es crear empleo. El actual gobierno del Partido Popular en la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha afronta en estos momentos, las extraordinarias dimensiones de la crisis económica, sumadas a la incapacidad de un gobierno socialista que no ha sabido gestionar esta situación con medidas aplicadas a tiempo para frenar la caída libre del paro, la destrucción de empresas y la debacle económica de Castilla-La Mancha.
Pero esto va a cambiar, en el Partido Popular estamos empeñados en cambiar este desolador panorama con un proyecto político ilusionante, comprometido y capaz de mirar con optimismo el futuro de Albacete y Castilla-La Mancha, con una nueva forma de gobernar.
Primer objetivo: poner freno a la crisis y el paro, estableciendo nuevas medidas de fomento del empleo, especialmente en colectivos con mayores problemas de inserción laboral. Vivimos tiempos de profundos cambios, y el Partido Popular cree firmemente en la necesidad de estos cambios, con esperanza, con ilusión, convencidos de que Castilla-La Mancha merece ser una autonomía moderna, con un gobierno transparente, con administraciones eficaces que den soluciones rápidas y seguras a la demanda de los ciudadanos.
5.- COMPROMETIDOS CON NUESTRA AUTONOMÍA.
Los albaceteños somos gentes amantes de nuestra tierra, acostumbrados al trabajo y al sacrificio. Personas honestas, que forjamos nuestra condición ciudadana con una perfecta simbiosis de sentirnos, al mismo tiempo españoles y castellano-manchegos; fieles, en suma, al a Constitución y defensores, por ello, de nuestra autonomía regional y comprometidos con la unidad de España, en quien creemos como una gran nación con futuro e indudables aspiraciones de desarrollo y progreso.
La Constitución es el marco legal y el instrumento, que ha posibilitado las garantías de convivencia y defensa de intereses de nuestra autonomía durante más de treinta años, y ha facilitado el más largo periodo de paz y prosperidad en España de toda la Edad Moderna.
6.- EN DEFENSA DE NUESTRAS INSTITUCIONES LOCALES.
Castilla-La Mancha se caracteriza, desde el ámbito local, por una población, extendida geográficamente en una considerable superficie geográfica y en numerosos núcleos de población. Es decir se trata de una
región extensa, con poca densidad de población y agrupada en un gran número de pequeños municipios.
En esta situación la figura y la labor de las Diputaciones provinciales se presenta como insustituible y necesaria. Sin embargo, recientemente, se han alzado importantes voces por parte de dirigentes de algunos partidos políticos, señaladamente del PSOE, que cuestionan la existencia y necesidad de estos entes locales, lo que ha motivado una gran preocupación y alarma para la esos Ayuntamientos de pequeños municipios que, en nuestra Región, son la mayoría.
Pues bien, frente al discurso de quienes abogan por la desaparición de las Diputaciones como entes del pasado, obsoletas o instituciones decimonónicas, su existencia es esencial para la articulación territorial del Estado y su labor fundamental para la prestación de los servicios básicos por parte de los Ayuntamientos pequeños y medianos, a fin de conseguir ciudadanos iguales en todo el territorio nacional con independencia del tamaño de los municipios en donde residan.
Es por ello, especialmente llamativo que ciertos líderes socialistas, después de perder el gobierno de la mayoría de las Diputaciones Provinciales, propongan ahora la supresión de las mismas simplemente porque no las gobiernan. Este proceder es realmente inadmisible.
La provincia de Albacete cuenta en la actualidad con 87 municipios. Los habitantes de estos municipios tienen derecho a ser atendidos por las distintas Administraciones Públicas, con criterios de igualdad, a recibir todos sus servicios públicos esenciales y a que estos se presten con garantía de calidad.
Lo importante en la acción de las administraciones públicas son las personas, no los territorios y de forma más especial la atención a aquellas que tienen su residencia en los pequeños municipios. Para ello, tanto La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, como las Diputaciones Provinciales son imprescindibles para que estos ciudadanos ejerzan su derecho a tener los mismos servicios públicos, y de igual calidad.
Los ciudadanos exigen una colaboración entre las diversas Administraciones Publicas que operan en su territorio, como garantía de eficiencia en el gasto público, y a ello responden las provincias que, fieles a su configuración constitucional, siempre han actuado de forma coordinada con el resto de las Administraciones Públicas, tanto con la administración central y la autonómica como con el resto de Entidades Locales, esto es, con los municipios, grandes y pequeños, las mancomunidades o los consorcios.
Son precisamente estos aspectos positivos los que justifican, que en los procesos de fortalecimiento de las Entidades Locales y de descentralización competencial, se necesite contar con las Diputaciones Provinciales. Puede compartirse el criterio de que estas Instituciones requieren ciertas adaptaciones que las hagan más adecuadas para prestar sus actuales competencias o asumir otras nuevas; también para mejorar la calidad en la prestación de sus servicios a los vecinos que residen en los pequeños Ayuntamientos o para acercarlas al territorio, consiguiendo con ello una mayor relación con los ciudadanos.
El Partido Popular entiende imprescindible la existencia de las Diputaciones, por la ayuda y servicios que han venido prestando a los municipios desde su implantación, hace ya dos siglos. El futuro de la organización territorial del Estado pasa por la potenciación de las Diputaciones Provinciales, como estructura básica del Estado que garantizan la prestación de servicios públicos iguales y de calidad a los vecinos en el mundo rural.
7.- OBJETIVOS EN LA PROVINCIA DE ALBACETE
El mayor activo del Partido Popular de Albacete son sus afiliados y simpatizantes y, por extensión, todas aquellas personas que desde sus cargos públicos luchan por mejorar el día a día de los albaceteños. En este Congreso Provincial se elegiría un Presidente y un Comité Ejecutivo, hecho tremendamente trascendental, pero debe serlo aún más el reconocimiento de todo el Partido a los cientos de concejales que tenemos en toda la provincia, a nuestros alcaldes y a nuestros portavoces en la oposición. Ese es el mayor activo del Partido Popular en Albacete, ese es nuestro mayor éxito, personas comprometidas con su ideología, sus principios y que muchos de ellos en situaciones muy complicadas siguen al pie del cañón en la defensa de lo que creen y aspirando a que sus vecinos puedan avanzar en una sociedad más justa y democrática.
El PARTIDO POPULAR gobierna en 43 municipios de la provincia, lo que supone el 80% de la población total, puesto que los municipios más importantes de Albacete han dado su confianza al Partido Popular, destacando especialmente el amplísimo respaldo otorgado en la propia capital de Albacete, y, así, cuando decimos que en nuestro partido cabe todo el mundo, efectivamente, es así.
Es emocionante comprobar como, tras las pasadas elecciones municipales, gobernamos en 17 municipios más, Albacete, Alatoz, Alcaraz, Alpera, Bonete , Casa de Ves, Caudete, Chinchilla, Elche de la Sierra, Hellín, Higueruela, Minaya, Ossa de Montiel, Povedilla, Pozo Cañada, Tarazona de la Mancha, Villarrobledo, y habiendo mantenido la mayoría de alcaldías que teníamos por lo que, en contra de lo que dicen algunos, la crisis no pasa factura al que gobierna, lo que pasa factura es la pérdida de la confianza en quien gobierna.
El objetivo para los próximos años debe ser conseguir que el cambio que se ha producido en estas últimas elecciones municipales llegue cada vez a más ayuntamientos. Tenemos que ser ambiciosos ya que si en las últimas elecciones los ciudadanos han preferido evolucionar del PSOE a nosotros, en las próximas tenemos que llegar a más. Para ello, el trabajo y la coordinación es fundamental de cara a conseguir tan loables objetivos.
8.- NUESTRAS RAÍCES.
La provincia de Albacete tiene un alma agraria, sin la cual es difícil entender esta provincia, con más de 523.000 hectáreas dedicadas a la agricultura. Las políticas erráticas de los anteriores responsables socialistas de la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha, han sido una constante en las últimas décadas y muy pocas de las medidas que se han tomado han sido duraderas en el tiempo. El futuro de la agricultura pasa por la innovación, la productividad, el desarrollo de una potente industria transformadora y agroalimentaria y la mejora de los canales de comercialización.
9.- CONCLUSIÓN.
Libertad, justicia, igualdad y solidaridad son los principios que inspiran nuestra Constitución y con los que está firmemente comprometido el Partido Popular, un partido fuerte, sólido y definido, con un apoyo social mayoritario que, en las últimas elecciones autonómicas de mayo de 2011, obtuvo la confianza de los albaceteños. Una mayoría que nos da fuerza y obliga para luchar por los objetivos de todos los más de 402.000 albaceteños y dos millones de ciudadanos de Castilla-La Mancha, sin excepción. Un partido con una gran responsabilidad de gobierno para el futuro de nuestra provincia y Región y dispuesto a no escatimar esfuerzo alguno para superar las dificultades actuales, generar empleo y volver a la senda del crecimiento económico. A poner en marcha con firmeza, pero también con ilusión, los cambios necesarios que demanda la situación actual, en complicidad con los ciudadanos y las demás fuerzas políticas, así como con todos los sectores económicos, sociales y culturales de la provincia de Albacete y Castilla-La Mancha. El Partido Popular cree, sobre todo, los hombres y las mujeres de Albacete, en sus ideas, sus capacidades y sus expectativas. Hombres y mujeres que quieren mirar al futuro sin miedo ni angustia y, por ello, han depositado su confianza en el Partido Popular que ha de devolverles sin duda ni vacilación alguna su futuro.
Agenda | Calendario | Horario Provisional del Congreso | Balance de gestión 2008-2012 | Ponencia Reglamento | Ponencia Política | Candidaturas del PP en la Provincia de Albacete | Reparto Total de Compromisarios | Reglamento del XI Congreso Provincial de Albacete | Acuerdos Junta Directiva Provincial | Modelo de Apoyo de Militantes | Modelo de avales comité ejecutivo provincial | Formularios Compromisarios |